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viernes, 23 de mayo de 2014

El Mundo Maya en Temozón

Y otro viaje más...

Hace dos semanas había evento en Mérida, concretamente en la Hacienda Temozon, una antigua Hacienda restaurada y convertida en un hotel de lujo, en medio de la selva maya, no se me ocurre una fusión mejor.

Estuve solamente tres días, pero los disfruté tanto que parece que me fui un mes entero de vacaciones. Desde que llegue me di cuenta del silencio y la paz que había en aquel lugar. Era el sitio perfecto para ir a relajarse y a recargar toda la energía que había perdido en las últimas semanas.

El primer día no había invitados así que pudo disfrutar al 200% de la Hacienda. Me pasé el día casi sin ver a nadie, sin ruido, sin distracciones...nada mas la naturaleza y yo :)




La Hacienda




Mi habitación :)






Esa piscina maravillosa!!



El segundo día llegaron los invitados y nos dieron un tour por la Hacienda. Lo mejor fue que el encargado de explicarnos cada cosa fue Emiliano, un señor que conocía la Hacienda desde que era niño, porque su abuelo había trabajado en ella, antes de que fuera un hotel, cuando si era realmente una Hacienda. La forma de contar las cosas, la ilusión con la que contaba sus anécdotas y recuerdos hacía que lo vivieras todo de una forma diferente.








Al final del recorrido llegamos hasta, lo que bajo mi punto de vista, era lo mejor de todo el Hotel...un cenote convertido en spa. Gracias a Reto, el Gerente del Spa, un suizo que llevaba 20 años en México entendí la magia de los cenotes. Como hay muchas historias y leyendas que dicen que cada una de esas cuevas llenas de agua están conectadas entre si, y que finalmente todas van a dar al mar Caribe.

Sus palabras, sus vivencias y esa vibra especial que sólo algunas personas tienen, me hicieron pensar y me inspiraron a ver algunas cosas de la vida de una forma diferente...gracias Reto :)



Había magia dentro de ese cenote




Antes de la cena decidí relajarme un rato en la bañera que tenía en mi terraza. Uno de los momentos mas especiales del viaje.










A la noche, la cena fue increíble en los jardines de la Hacienda y a la mañana siguiente, como última actividad, hubo un espectáculo de Cochinita Pibil, el platillo más típico de Yucatán.

Era precioso como habían montado todo, de picnic improvisado y el esfuerzo de todos los cocineros por que la comida fuera perfecta. Delicioso todo!!







Y hasta aquí mi viaje express a Mérida. Fueron sólo tres días, pero tan intensos que fueron más que suficiente para que cada cosa volviera a ponerse en su lugar y yo volviera a ser yo.

Eternamente agradecida Temozón!!





Os mando muchos besos llenos de paz y nos vemos pronto...ahora si que muy pronto ;)





"Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas"

Pablo Neruda



jueves, 8 de mayo de 2014

Tepoztlán Pueblo Mágico


No había terminado casi de poner lavadoras después de lo de Cuba y Panama y de repente me ponen en bandeja irnos de fin de semana, ni me pensé la respuesta...un SI rotundo!

Y es que cualquier oportunidad es buena para conocer nuevos lugares. La verdad es que siempre me gustó mucho viajar, pero creo que desde que llegué a México estas ganas se incrementaron, ya que al estar aquí de forma pasajera, cada viaje podía ser irrepetible y no hay tiempo para las dudas, hay trenes que sólo pasan una vez. Y yo me monto en este y en los que vengan :)


En esta ocasión era un viaje de amigos, pero de muuuuchos amigos, y es que no se como no hacemos mas a menudo este tipo de planes porque es una gozada poder juntarnos unos cuantos, esta vez 11, y disfrutar del fin de semana como locos. Si la compañía es lo que más ayuda, lo segundo es el lugar y la verdad no podíamos haber alquilado una casa mejor y con unas vistas más increíbles.








Tepoztlan es un pueblo mágico o místico, como los llaman aquí, que esta sólo a una hora en bus de DF, pero que es tan diferente, que te traslada a otro mundo y a otra época, Con sus callejuelas empedradas, sus cuestas y sus caminos imposibles, te hace sentir esa magia que solo los pueblos pequeños y perdidos tienen. La calle principal, durante el día, estaba llena de puestos de artesanías, velas, calzado, comida y era un no parar de ir y venir de gente. Sin embargo, por la noche toda esa vida parecía esfumarse y todo se llenaba de un silencio y una paz maravillosos.










Y entre baños, cervezas, risas y bailes pasamos un fin de semana genial, que ya se queda en mi carpeta de momentos vividos en México. Esa carpeta que cada día se va haciendo mas grande y mas inolvidable. Gracias a todos!!











Y de Tepoztlan paso a Temozón y es que fue llegar el domingo a la noche a casa y corriendo a deshacer y hacer maleta de nuevo, porque el lunes temprano volaba a Mérida para un evento. Así que desde el lunes y hasta ayer, La Hacienda de Temozón ha sido mi nueva casa. Una Hacienda remodelada en medio de la selva. Me guardo las fotos y los momentos que he vivido para el próxima post


Muchos besos desde la que ha sido mi terraza privada :)