Hace algo más de dos meses que me dieron la noticia de que me daban la beca, y aunque pueda parecer tiempo suficiente para hacerse a la idea, a mi me sigue costando. Recuerdo el momento en el que me lo dijeron y como al salir de allí, me dieron ganas de ir corriendo y gritando por toda la Gran Vía de lo contenta que estaba.
A partir de aquel momento comenzó la locura. Saber a que empresa iba, en que zona estaba, cuando empezaba, vacunas, visados, con que gente iba...y otras mil preguntas nuevas que se me pasaban cada día por la cabeza. En medio de esa incertidumbre, comenzó el curso de formación en el que nos reuníamos parte de los becarios. Llegué a ese curso con pocas ganas y con dudas de lo que me iba a encontrar. Allí conocería a unas personas increíbles, llenas de ilusión y de dudas, que me hicieron ver esta experiencia con más ganas aún. Me llevo un montón de recuerdos de aquellas tardes, pero me quedo con la frase que más se repitió el último día de clase 'Ha sido un placer conoceros y nos vemos por el mundo'.
Y una vez terminado el curso, vinieron los problemas: ponerse en contacto con la empresa y acordar una fecha de inicio, conseguir el visado (con viaje relámpago a Barcelona incluido), citas para vacunas, papeles, documentos que nunca llegaban y billetes de avión que iban subiendo cada día de precio. Todo esto se hizo más ameno gracias a las diferentes fiestas de despedida que me hicieron mis amig@s, con sombreros, tacos mexicanos y regalos incluidos, mil gracias y sabéis que espero vuestras visitas ;)
En unas horas sonará la alarma y me iré al aeropuerto, con una maleta que espero que no pese más de 23kg y con la esperanza de que me dejen pasar en la aduana, jaja! Por delante queda una noche en la que intentare dormir algo, si la emoción y los nervios me lo permiten.
Nos vemos...al otro lado del mundo :)
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