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miércoles, 19 de junio de 2013

Rincones mágicos




Hay veces que no hace falta irse a la otra punta del mundo para descubrir rincones mágicos y sorprendentes. Este es uno de esos casos. A unos 130km del DF se encuentran Puebla y Cholula, dos lugares que no cuentan con la fama que tiene, por ejemplo, Cancún pero que pueden ser igual de apasionantes.



Magia. Esa es la palabra perfecta para describir este último fin de semana. El lugar, la compañía, el ambiente, la gente, el colorido...todo fue perfecto!


El sábado a la mañana llegamos a Puebla, dejamos las cosas en el hotel y nos propusimos conocer cada rincón. Aquí esta la prueba.



La catedral y el Zócalo





Millones de Katrinas por todos los lados


 Marionetas de los Simpsons, Mickey Mouse y...el Chavo del 8, que recuerdos!



 Y los siete enanitos :)




El barrio del artista fue la zona que más me gusto de Puebla. Con su mercado artesanal te hacia sentir como en los años sesenta. Un placer la amabilidad de la gente que te invitaba una y otra vez a pasar para poder ver todos los productos que realizan con un material que se llama talavera. Una mezcla entre diferentes barros. Precioso.



 Dispuesta a llevarme todo a casa, jeje!


 Y mas lugares...







Tras una rica cena en un restaurante italiano, nos fuimos a tomar algo a una terraza. Gran acierto, sobretodo por las vistas que tenía el lugar.





El domingo nos esperaba Cholula. Por un momento hasta se nos paso por la cabeza no ir, ya que tampoco habíamos planeado nada, pero al final y acertadamente decidimos montarnos en un pesero y ver que nos esperaba allí. Otra sorpresa más que añadir a la lista. Un zócalo lleno de colores vistosos (que me gusta a mi un color alegre, jeje) Una gastronomía variada que incluía hasta chapulines, ñamm! Y una pirámide gigante...que no se ve. Repito lo que dije al principio...lugares mágicos.





Gran presentación de la ciudad



Variedad de pipas y frutos secos. Un aviso para los despistados...lo que se ve abajo a la izquierda no son pipas demasiado tostadas son chapulines, o lo que es lo mismo saltamontes! (Me compre una bolsita y debo confesar que están buenos)




El Zócalo



Después de comer, y a pesar del calor que hacía, nos fuimos a la zona arqueológica donde esperábamos ansiosamente ver la pirámide. Por el camino vi la cabaña con la que todo niño ha soñado. Me recordó mucho a aquella con la que Punky Brewster soñó y quiso construir al día siguiente en el árbol. Yo también soñé muchas veces con una así. Finalmente con casi 25 años vi el sueño hecho realidad...una pena que no fuese mía para haberme subido :)





Cual fue nuestra sorpresa cuando al llegar a la pirámide no había pirámide. Imaginaros nuestras caras después de haber llegado hasta allí. Resulta que la base de la pirámide, que es la mas grande del mundo, quedó hundida hace cientos de años y por lo tanto en vez de visitar la pirámide por fuera, se visita por dentro.



Interior de los pasadizos


Una vez fuera de la pirámide se abría toda una explanada de campo y zonas verdes. Esto en Euskadi puede parecer lo mas normal del mundo, pero cuando vives en un sitio como el DF rodeada de asfalto, coches y humo se aprecia muchísimo.




 Saltando y corriendo como niños



 



Y esto es lo que queda aun a la vista de la gran pirámide






Y hasta aquí llega este maravilloso fin de semana.




Os mando muchísimos besos a todos y que cada vez queda menos para vernos  =)







"La felicidad no se produce por grandes golpes de fortuna, que ocurre raras veces, sino por pequeñas ventajas que ocurren todos los días."

B. Franklin








miércoles, 12 de junio de 2013

Desde el Four Seasons hasta Tampico



Ese fue, a grandes rasgos, el trayecto que seguí en las últimas semanas. Un trayecto increíble que me llevó a pasar por mil situaciones diferentes en un periodo de cinco días.


Llevábamos mucho tiempo organizando el evento del I Aniversario de la Revista Entérate. En el último mes, de hecho, había echado todas mis ganas y todo mi tiempo en que el evento fuese un éxito y que nada saliese mal.


Finalmente llegó el miércoles 29 de Mayo y allí me fui yo a las 8,30 de la mañana con mis pantalones y zapatillas al Four Seasons. Poco glamour el mio para entrar a un sitio así, pero tenía por delante 17 horas de trabajo donde tenía que montar desde caballetes y portadas de revistas hasta centros de mesa. La elegancia llegaría más tarde, no creáis que me he vuelto loca.


Todo el día fue como una gran carrera contrarreloj, para que cada cosa estuviese en su lugar y no faltara nada ni nadie a la hora precisa. A las siete de la tarde empezó el evento, y tras los primeros momentos de nervios y preocupación llegó la tranquilidad y la alegría al ver que todo estaba fluyendo sin problemas.


A partir de cierta hora de la noche el ambiente era estupendo y me dedique, por fin, a disfrutar del evento con mi aliada Edu y el resto de nuestros amigos. Una gran noche que quedará en el recuerdo.




Las fotos que demuestran que me cambié de ropa, jejeje



Con el homenajeado, el periodista Jacobo Zabludovsky








Foto de grupo



A partir de las doce de la noche los invitados comenzaron a irse y tocó recoger todo con el cansancio que teníamos acumulado. Menos mal que teníamos a una gente maravillosa en el Hotel, que nos ayudó a soportar el cansancio regalándonos pantunflas del hotel...gracias :)


Llegue a casa como a las dos de la mañana con unas ganas locas por descansar, porque sabía que el jueves me esperaba un día muy largo en el que tenía que estar con las pilas cargadas. Me desperté, fui a trabajar y a las seis de la tarde estaba volviendo a casa para hacer la maleta. Nos esperaban tres días en Tampico, o lo que es lo mismo en la playa.


Un viaje nocturno de siete horas nos llevó hasta la costa del Golfo de México. Nada mas llegar nos esperaba la familia de Carlos, fueron los anfitriones perfectos y nos trataron como reyes durante los tres días que estuvimos en su casa. Un placer viajar en esas condiciones y conocer a gente tan buena. No se los demás, pero yo me muero por volver otro finde!



Algunos momentos del fin de semana.



En la torre del socorrista con Laura



Charlie y yo




Dìa de playa :)



La Sisi



Y desde entonces hemos vuelto a la rutina, aunque con una muy buena noticia. En menos de un mes los Señores Cavero Amo, o lo que es lo mismo...mis aitas, estarán aquí en el DF conmigo. Que ganas de que vengan después de casi siete meses sin verles. Tendré que prepararles excursiones bonitas para que no se me quejen y me echen en cara las doce horas de avión que van a tener que soportar por verme, jejeje


Y lo mejor de su visita son los cuatro días que nos vamos a Cancún, para celebrar mi cumple. Creo que me espera el cumpleaños mas exótico de todos los que he vivido hasta ahora, pero un cuarto de siglo solo se cumple una vez en la vida!



En esta entrada quiero saludar especialmente a todas mis tías, a las seis...para que no se me queje ninguna. Que se ve que el saludo únicamente a mi tita María Jesús del post anterior ha herido sensibilidades, jaja! Que sepáis que os quiero a todas por igual y que si alguna quiere destacar sobre el resto, que sea valiente y se compre un billete para venir a verme ;)




Saludos y besos para todos :)